Personal de la Barrera Patagónica evitó el ingreso de 7 toneladas de carne en condiciones sanitarias inadecuadas

CONTROLES SANITARIOS

Personal de la Barrera Patagónica evitó el ingreso de 7 toneladas de carne en condiciones sanitarias inadecuadas

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La mercadería era transportada sin las condiciones indispensables para garantizar su inocuidad, poniendo en riesgo la salud de los consumidores y el estatus zoosanitario de la región.

General Roca, Río Negro, 7 de agosto de 2017 – En la madrugada del sábado 5 de agosto agentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) decomisaron 7 toneladas de carne en el puesto de control ubicado en el km 714 de la Ruta Nacional Nº 3, provincia de Buenos Aires.

La mercadería, compuesta por 3.000 kilos de carne bovina con hueso, 3.000 kilos de carne porcina con hueso y 1.000 kilos de menudencias, no contaba con la documentación sanitaria y el vehículo en que era trasladada no estaba habilitado para el transporte de alimentos, por lo que representaba un grave riesgo tanto para la salud de los posibles consumidores como para el estatus sanitario de la región, reconocida como libre de fiebre aftosa sin vacunación.

Alrededor de las tres y media de la mañana un camión que se dirigía desde Bahía Blanca hacia Puerto Madryn (Chubut) con materiales de construcción fue detenido para su inspección. El chofer declaró transportar madera y lana de vidrio, pero los agentes encontraron que entre esos productos habían ocultado una importante cantidad de carne.

La destrucción de la mercadería fue por incineración en el digestor del establecimiento oficial Nº 4326, frigorífico Hilario Viñuela, bajo la supervisión de profesionales del Senasa. Estas tareas estuvieron acompañadas permanentemente por la custodia de personal de Gendarmería Nacional.

El coordinador general de Fronteras, Barreras, Tráfico Federal y Registros del Senasa, Ricardo Cafferata, expresó que “estos contrabandos que regularmente se detectan en los puestos de control tienen que despertar y generar la decisión de las autoridades municipales y provinciales para trabajar integralmente con el Senasa y asumir la responsabilidad que les compete en lo que respecta a la salud pública y al resguardo zoofitosanitario de las producciones locales, con la fiscalización en los puntos de venta de su exclusiva competencia, requiriendo las garantías sanitarias y comerciales”.

El funcionario agregó que “debemos trabajar estrechamente ya que sin la participación de la autoridad local no podemos avanzar en el desmantelamiento de este sistema comercial perverso y riesgoso para los consumidores y la producción agropecuaria regional y del país”.