Historia

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SEDE CENTRO

Había una vez… un proyecto, un sueño…

Desde hace aproximadamente diez años, venía resonando la necesidad de obtener un lugar idóneo, por parte de los trabajadores de Senasa, en donde pudieran permanecer sus hijos durante su jornada laboral. Pedían contar con su propio Jardín Maternal.

En ese entonces, la Presidencia de Senasa estaba al mando del Dr. Jorge Amaya, quien en el año 2005 le solicitó al Sr. Oscar Peña que analizara cómo se podía llevar adelante dicho pedido al cual, cada vez, se sumaban más voces.

En el año 2009, se comienza a buscar un edificio en el cual estaría ubicado el Jardín, hasta que finalmente se decide que su lugar físico sería en el primer piso de Paseo Colón 315.

La Escuela Infantil Senasa es producto del esfuerzo de quienes lo reclamaban; todos se comprometieron con el proyecto. Se habló con arquitectos de Senasa quienes en el año 2011 pusieron manos a la obra, solicitando la colaboración de profesionales que los orientaran en la creación edilicia, con el fin de que el jardín cumpliera con determinados requisitos que respondieran a una línea pedagógica específica, teniendo al niño en el centro de la escena y garantizando el cumplimiento de la Declaración de los
Derechos de los niños, niñas y adolescentes. Además, desde la Coordinación de Comunicación Institucional de Senasa se realizaron los dibujos y logos que representarían a la Escuela Infantil.

El jardín se pensó, se soñó, se deseó…
Durante el año 2011, se llevaron a cabo dos cursos de capacitación por medio de los cuales fue seleccionado el primer grupo de maestros que luego pasaría a formar parte del Equipo de Docentes de la Escuela Infantil Senasa. Desde la Institución, se brindan cursos de perfeccionamiento docente y ateneos institucionales, para el personal que la integra.

Por octubre del 2011 se realizó la inauguración oficial del jardín y finalmente las clases comenzaron en marzo del año 2012.

Tras muchos años de lucha, trabajo y buena predisposición de quienes decidieron considerar importante la creación de esta Escuela Infantil, los agentes del Organismo tienen la tranquilidad de que sus hijos de entre los 45 días y los 5 años de edad, se encuentran contenidos en un lugar de acuerdo a sus necesidades individuales, pedagógicas y asistenciales. Es por ello que la Institución provee a todos los niños que la integran el mobiliario necesario según los requerimientos de cada grupo etario: cunas, colchonetas, sillas de comer, sillas y mesas altas, bancos, escaleras de madera, sábanas, frazadas, toallas, heladeras, esterilizadores, insumos de higiene, así como también distintos tipos de material didáctico como bloques de goma espuma, pata-pata, monopatines y demás juguetes.

Con todo ello, se puede decir que, finalmente, este proyecto pudo hacerse realidad y continúa creciendo…

Texto basado en el testimonio de M. Belén Vanzini, Sr. Oscar Peña, Sabino Molina y Laura (Mamá de Fidel)

 

SEDE MARTINEZ
Jardín del Conejo Serafín

Sus inicios se remontan al año 1994. En ese momento, el jardín estaba formado por 4 chicos, una cocinera y una auxiliar. Eran muchísimas las preguntas que giraban en torno al jardín: ¿Qué podemos hacer? ¿Por dónde comenzamos? Muy de a poquito y con el correr de los días comenzó a formarse un hermoso grupo, que no sólo sentía al jardín como un lugar de trabajo, sino como una segunda casa que había que construir, en otras palabras, darle identidad.

El jardín era mantenido gracias a una cuota que era abonada por las familias. Con ese aporte se compraban los alimentos, productos de librería, higiene y limpieza. Había mucha colaboración por parte de los padres y de quienes formaban parte del equipo del Jadín “El Conejo Serafín”.
El tiempo transcurría y el jardín seguía creciendo. A pesar de la larga lista de carencias que se vivieron durante los primeros años, sobre todo de tipo edilicio, son más los buenos recuerdos y las satisfacciones obtenidas.
 
Luego de una larga lucha y la intervención del Sr. Oscar Peña las cuestiones relacionadas a aquel espacio, que había comenzado siendo poco reconocido, comenzaban a asentarse y formar parte del Organismo.

De esta forma, se compraron juegos para el parque, mobiliario para las salas, juguetes nuevos, cunas y sillitas de comer, entre otras cosas. “Fue un crecimiento paulatino y prolongado. Fue un logro compartido”.

Luego de unos años surgió la necesidad de brindarle al jardín su marco institucional. Por ello, sus puertas fueron cerradas provisoriamente con el fin de planificar y poner en marcha los lineamientos pedagógicos que concordaran con los de la Escuela Infantil Senasa sede centro. El organismo les bridó a las familias del Jardín “El Conejo Serafín” la posibilidad de concurrir a un jardín privado de la zona, hasta que se creara la Escuela Infantil Senasa, en el laboratorio de Martínez.  

Texto basado en el testimonio de Claudia Marcela Duro (Maestra y Directora del Jardín El Conejo Serafín (1994-2007).